El método del Transurfing está basado en el Modelo de Variaciones, que ofrece una visión nueva y fundamentalmente diferente de cómo funciona el mundo. El ser humano no sabe que es posible obtener simplemente lo que desea, en vez de esforzarse por ello.
Existen diferentes teorías sobre la naturaleza del destino. Una de ellas dice que el destino es lo mismo que la suerte, algo que está predeterminado. Por mucho que lo intentes, no puedes escapar a tu destino. Por un lado, tal interpretación puede ser deprimente por su desesperanza. Si el destino de una persona no es uno de los mejores, entonces no hay esperanza en absoluto para el mejoramiento. Pero, por otro lado, siempre hay gente que está contenta con este estado de cosas. Después de todo, es fiable y cómodo cuando el futuro es más o menos predecible y no te asusta con la incertidumbre.
Y sin embargo, la fatal incapacidad para escapar del propio destino puede evocar sentimientos de descontento y protesta interior. Uno se siente estafado, privado de la suerte y así, uno empieza a quejarse: ¿por qué la vida es tan injusta? Uno lo tiene todo de sobra, mientras otro está constantemente necesitado. Todo le llega fácil a una persona, mientras otra da vueltas y vueltas como un ratón en una rueda, no llegando absolutamente a ninguna parte. Una persona es agraciada con belleza, inteligencia y fuerza, mientras otra, ignorante de por qué pecado está pagando, es etiquetada como un ciudadano de segunda clase a través de su vida entera. ¿Por qué esta injusticia? ¿Por qué la vida, con su variedad infinita, pone limitaciones a ciertos grupos de gente? ¿Por qué son aquellos menos afortunados culpables?
Hay otra versión que trata de explicar por qué hay desigualdades en el mundo. Esta versión da esperanza, y promete casi inmediata compensación a aquellos que están sufriendo y están necesitados. Sin embargo, nuevamente, serás recompensado en alguna parte en el cielo o en otra vida. No importa cómo las mires, semejantes explicaciones no son enteramente satisfactorias. En realidad no importa si existen esas vidas futuras y pasadas o no, pues una persona es sólo consciente y recuerda esta vida en particular. Así, en un sentido ésta es su única vida.
Si crees que tu suerte está predeterminada, entonces el único modo de evitar la depresión sería rendirse y aceptar tu suerte como es. Y, como siempre, habrá nuevas explicaciones a por qué justo tú no puedes tener éxito. «¿Quieres ser feliz? ¡Sé feliz!» Sigue siendo optimista y conténtate con lo que tienes. Cierta gente te aclara que eres infeliz porque estás siempre descontento y porque simplemente quieres demasiado. Además, tú sólo puedes ser feliz por definición; esto es, eres feliz porque eres feliz. Necesitas llevar alegría a tu vida. Así, de algún modo estás de acuerdo, pero al mismo tiempo es un poco difícil reunir la gris realidad con la alegría y la felicidad. ¿Realmente no tienes derecho a querer algo más de la vida? ¿Por qué te fuerzas para ser feliz cuando no lo eres? Es tan imposible como forzarte a amar.
Los llamados individuos «iluminados» están ocupados llamando al amor universal y al perdón constantemente a nuestro alrededor. Si quieres evitar la dura realidad, puedes ponerte esta ilusión encima como una manta sobre la cabeza, y en efecto, te sentirás un poco mejor. Pero en el fondo, no vas a ser capaz de entender completamente por qué debes perdonar a la gente que odias o amar a los que te son indiferentes. ¿Para qué sirve?
Después de todo, no sería una felicidad natural, sino forzada. Como si la felicidad no debiera venir a tí por sí misma, sino más bien debiera ser exprimida de tí, como la pasta de dientes del tubo.
Por supuesto, hay quienes no creen que la vida sea tan aburrida y primitiva que lleve a una suerte predeterminada. No quieren contentarse con lo que tienen, y en cambio prefieren alegrarse por sus logros y no por la situación en que están. Para esta gente hay otro concepto de suerte: «El hombre forja su propia felicidad». Bueno, y como es sabido, tenemos que luchar para lograr la felicidad. ¿Y cómo podría ser de otro modo? La gente «lista» dice que nada llega fácil. Podría parecer un hecho irrefutable: si no quieres aceptar la felicidad como es, entonces tienes que abrirte paso a codazos hacia tu propia felicidad.
Los llamados individuos «iluminados» están ocupados llamando al amor universal y al perdón constantemente a nuestro alrededor. Si quieres evitar la dura realidad, puedes ponerte esta ilusión encima como una manta sobre la cabeza, y en efecto, te sentirás un poco mejor. Pero en el fondo, no vas a ser capaz de entender completamente por qué debes perdonar a la gente que odias o amar a los que te son indiferentes. ¿Para qué sirve?
Después de todo, no sería una felicidad natural, sino forzada. Como si la felicidad no debiera venir a tí por sí misma, sino más bien debiera ser exprimida de tí, como la pasta de dientes del tubo.
Por supuesto, hay quienes no creen que la vida sea tan aburrida y primitiva que lleve a una suerte predeterminada. No quieren contentarse con lo que tienen, y en cambio prefieren alegrarse por sus logros y no por la situación en que están. Para esta gente hay otro concepto de suerte: «El hombre forja su propia felicidad». Bueno, y como es sabido, tenemos que luchar para lograr la felicidad. ¿Y cómo podría ser de otro modo? La gente «lista» dice que nada llega fácil. Podría parecer un hecho irrefutable: si no quieres aceptar la felicidad como es, entonces tienes que abrirte paso a codazos hacia tu propia felicidad.
Las lecciones de historia nos cuentan cómo los héroes habían luchado bravamente y se sacrificaban, luchando día y noche, superando obstáculos inimaginables. Aquellos que ganaban la batalla eran ampliamente recompensados, pero sólo después de haber soportado inmensas cargas y grandes pérdidas de esfuerzo constante. Pero esa no es la historia completa. Millones luchan y se afanan, pero sólo un puñado efectivamente triunfa. Puedes emplear toda tu vida en un desesperado esfuerzo por un lugar al sol, y todo seguiría siendo en vano. ¿Por qué es esta vida tan cruel y sin esperanza?
Qué pesado requerimiento es éste: tener que luchar con el mundo para poder construir tu propia felicidad. Y si el mundo no cede, entonces tienes que luchar contigo mismo. Si eres tan pobre, enfermo, horrible e infeliz, es por tu propia culpa. Tienes muchos defectos, y por lo tanto debes cambiar. El hombre se encuentra ante el hecho de que desde el principio de su vida, no es nada más que un conjunto de fallos y defectos, que requieren constante y duro esfuerzo, si todavía sueña con la felicidad. Un cuadro deprimente, ¿no? Parecería que si un hombre no tuvo suerte desde el comienzo y no nació en una familia rica y feliz, entonces su lote es o bien soportar humildemente su cruz o dedicar toda su vida a un esfuerzo interminable. De algún modo, no se siente mucho regocijo en una vida como esa. ¿Es todo realmente tan desesperado y no hay ninguna luz a la vista?
Cualquier visión de la vida funciona de la misma manera. Si tú has decidido que la suerte es algo predeterminado, algo que no estás en posición de cambiar, entonces así será. En este caso, tú voluntariamente estás poniendo tu vida en manos de alguien, y no importa realmente en cuales. La cosa es que te conviertes en un barquito de papel a merced de las olas del mar, entregado a su voluntad. En cambio, si crees que tú mismo formas tu propio destino, entonces tú conscientemente tomas la responsabilidad de todo lo que ocurre en tu vida. Estás luchando con las olas, intentando controlar tu barquito. Ten en cuenta que tu elección es siempre hecha realidad. Lo que eliges es lo que obtienes. Cualquier visión del mundo que adoptes, será correcta. Sin embargo, debes saber que los demás estarán en desacuerdo y discutirán contigo, simplemente porque también ellos tienen razón en cualquier visión del mundo que adopten.